Sociedad de Amigos de la Tradición Uruguaya
Donde tengamos que estar...
Nosotros
La Sociedad de Amigos de la Tradición Uruguaya es una organización sin fines de lucro orientada a la investigación, defensa, divulgación y democratización del conocimiento histórico-prehitorico patrimonial nacional.
Partiendo desde variados campos de trabajo inverstigativo, realizados muchas veces en forma individual pero siempre respondiendo a diversas instituciones (museos, centros culturales, instituciones educativas, medios de divulgación cultural, etc.) y bajo continua suerte de tutoría profesional, ese "nosotros" remite a investigadores independientes o autodidactas fuertemente motivados por una pasión hacia tareas y temáticas que eventualmente convergen formando grupos. Si bien no es esta la primera vez que un grupo de individuos convergen bajo un mismo interés cultural, científico y/o patrimonial, Nuestra sociedad busca la mayor organización, sistematización, metodología y personal en pos del oportuno rescate, protección, divulgación y sensibilización sobre una temática que atañe a una república entera. El incesante trabajo, pero sobre todo una desmedida pasión, da génesis a esta sociedad hondamente comprometida con una la creciente democratización de la cultura y ciencias, principio fundamental que hace las veces de argamasa en todos nosotros.
SATU cuenta con un comité directivo de seis miembros-referentes descentralizados en seis departamentos del Uruguay, esta saludable potenciación es la que brinda la posibilidad de llevar adelante investigaciones de mayor envergadura en donde a su vez, la divulgación y democratización de estas investigaciones rompen de alguna manera los restantes vestigios que separaban la estricta academia -en donde los conocimientos circulaban en sectores muy reducidos e inasequibles para una mayoría-, con la sociedad toda. Obviamente regidos bajo una estricta ética en cuanto a procedimientos, métodos y decisiones, condenando siempre los constantes ilícitos hacia nuestro patrimonio.
Nuestra Misión
Bien sabemos que nuestro legado histórico es parte neural de nuestra cultura, ya sean estos materiales o no, ciertamente y por diversas razones tendemos a centrar el foco en determinados elementos patrimoniales a los cuales nos sentimos más allegados, son motivo de nuestro orgullo aquellas cosas que nos representan y nos dan una identidad social. A manera ilustrativa pensemos en la celebración del Día del Patrimonio, en donde es hermoso tomar nuevamente contacto con aquello que hemos sido, aquello que nos ha marcado como sociedad, el acerbo patrimonial indígena es muy popular; familias observando nuestras antiguas maneras expresadas ahora a través de herramientas líticas y utensilios variados que hemos conservado. Otros en cambio se identifican con símbolos a veces disímiles que formaron parte de la noche de nuestra sociedad estado. Pero sea cual fuere el elemento patrimonial al cual nos podamos sentir más afectos, el patrimonio en su integridad es de todos y todos debemos velar por él. Si bien contamos con entes gubernamentales dedicados a ello, consideramos que aún falta. Difícil empresa es proteger la integridad que nos representa, por tanto, y remitiendo nuevamente a nosotros como ciudadanos, no debemos limitarnos a la "tranquilidad" de que todo patrimonio es fieramente defendido y protegido, pues difícilmente se logre en su totalidad.
La paleontología nacional por ejemplo, comenzó desde un sentimiento pasional por parte de pioneros que dieron cuenta de que TENEMOS una historia que contar y proteger. Mencionando desde nuestra más profunda humildad pero mayor orgullo, personas como el Doctor Bautista Rebuffo y el Profesor Armando Calcaterra, estos grandes visionarios comenzaron a sembrar una disciplina desde su propia pasión, que extendieron en forma ardua pero con el convencimiento de que estaban haciendo lo correcto para con nuestra ciencia y cultura; a esto le llamamos humildemente un sentido ético-patrimonial. Sin contar con el equipamiento e información de la cual los investigadores actuales disponen, dedicaban tenazmente largas jornadas de extracción, determinación, clasificación y un estudio permanente de textos en su mayoría (sino todos) del extranjero. Aunque lo fundamental fue su legado no solo en material científico, sino en SER verdaderos ejemplos a seguir, pues dedicaron prácticamente su vida a la preservación y difusión de una parte de nuestro pasado muchas veces, paradójicamente olvidado, no es diferente la historia de la Arqueología.
En los tiempos actuales somos muchos los que defendemos ese sentido ético-patrimonial, pero lamentablemente aún existen aquellos que no.
No es poco frecuente que alguna persona observe una pieza paleontológica o arqueológica y pregunte "¿cuánto vale?", partiendo de esa base podríamos perfectamente preguntarnos "¿cuánto vale ser Oriental?" o "¿cuánto vale ser científico?"; sin lugar a dudas, es una pregunta paralógica, es decir, el caer en un sinsentido de proporciones astronómicas.
Aun así, y para colmo de males, existe gente dedicada a tasar lo invaluable, y por ende a buscar rédito económico.
Por otra parte están aquellos individuos que sin buscar necesariamente ganancias de lo que nos pertenece a todos, obran sin escrúpulo alguno. Y es aquí en donde pretendemos generar una cierta conciencia. Han y siguen habiendo casos de lo que se denomina "predación", es decir, que muchas veces frente a una pieza, algunas personas se dejan llevar por el estímulo propio de la novedad sin tomar los recaudos pertinentes al caso. Esto puede deberse a dos causas, quien no conoce (y por eso insistimos en esto) que es lo que acaba de encontrar, y quien CONOCIENDO (el peor de los casos), actúa sin dar aviso a las autoridades de los ministerios departamentales o museos e inclusive sin dar aviso a nadie por la falsa idea de que eso que encontró puede dividirse en números o ser motivo de elogios a su persona.
Los resultados de estas actividades nos afectan a todos, pues contamos con profesionales muy capacitados a los cuales nos debemos en el sentido de que ellos tienen el conocimiento, la pasión y el sentido ético-profesional para dar el mejor futuro a tal o cual hallazgo, y a su vez, ellos mismos son los que nos devuelven a nosotros como sociedad el conocimiento sobre esa determinada pieza de la cual todos tendríamos que sentirnos orgullosos.
Por ende, nosotros, investigadores independientes o aficionados, debemos tener esa conciencia similar a la ética profesional; nos referimos entonces a una ética del patrimonio, dando cuenta de este como un bien invaluable de todos nosotros.
Miembos fundadores

Sr. Antonio Boero:
Graduado en la universidad de Rosario (Argentina), es el primer antropólogo arqueólogo del Uruguay. Entre sus aportes más destacables en cuatro décadas de invaluable trabajo para nuestro patrimonio y conocimiento histórico regional, encontramos la contratación por UNESCO para la realización de la tipología lítica del Salto Grande, es fundador y director del Museo Sin Fronteras (Rivera), su actividad en investigación y divulgación histórico-patrimonial no tiene precedentes en nuestro país, contando con documentales referentes para todo interesado en nuestra historia. Cabe mencionar que el acerbo de piezas histórico-patrimoniales del Museo Sin Fronteras es único cuantitativa y cualitativamente. Se destacan además sus aportes a la historia del conflicto bélico de la Guerra del Paraguay o De la Triple Alianza. En permanente actividad, actualmente sus investigaciones se consideran material indispensable de consulta tanto académica como popular.

Sr. Marcos Sosa Cantera:
Comienza tempranamente a desarrollar su interés concurriendo desde sus doce años al Museo Histórico Regional de Melo, su ciudad natal, en donde el acerbo del mismo, conjuntamente con estimulantes charlas que mantuvo de forma sostenida con sus integrantes, cimentaron su curiosidad (que devendría pasional), llevándolo a sus quince años a internarse en el mundo de la numismática, desarrollando investigaciones y estudios sobre el monetario nacional clásico y también colonial. A sus dieciocho ingresa como encargado de las actiidades de Arqueologia y Paleontologia de Cerro Largo tras contrato celebrado entre la Intendencia de Cerro Largo y la Facultad de Ciencias de la Republica, rearmando junto a la Dra Graciela Piñeiro y Andres Rinderknecht las salas de arqueologia y paleontologia del Museo Histórico Regional de Melo.Su encanto por Cerro Largo y la region lo han llevado a largas investigaciones referidas a la historia y prehistoria local y regional, siendo el responsable y colaborador de mas de una decena de publicaciones nacionales y mundiales.
Dados sus logros, hallagos y
aportes al conocimiento histórico-prehistorico patrimonial de Cerro Largo y la region es recientemente
asignado para armar el Museo de Historia Natural y Antropología de Cerro
Largo. A sus actuales 31 años es ya referente regional en patrimonio, en donde
continúa sin cesar su labor de reconstrucción histórico-patrimonial.

Sr. Gonzalo Fierro Osores:
Si bien los inicios de su infatigable espíritu curioso e investigativo se pueden remontar a largas estancias durante su niñez en diversos páramos de nuestro país, aunado al estímulo de una familia dedicada a la docencia, no es sino hacia unos quince años atrás en donde, tras una rica formación autodidáctica en temáticas históricas, lo llevaron a internarse en intensas actividades de campo, contando actualmente con 64 incursiones en diferentes puntos del Uruguay y bajo diversas temáticas histórico-patrimoniales, muchas de ellas con destacados equipos de profesionales. Defensor de una firme ética en materia de rescate patrimonial por parte de investigadores independientes y aficionados autodidactas, fue co-fundador en el año 2009 de la Agrupación de Paleontólogos Aficionados del Uruguay, buscando así generar una red confiable con respaldo profesional, de interesados en la materia, intentando así hacer llegar nuestro rico acerbo patrimonial a todos. Durante los años 2010 y 2011 trabajó paralelamente con el Grupo Paleontológico de Exploración Regional (Reconquista, Santa Fe, Argentina). Tras variadas exposiciones itinerantes como también en museos privados, volcó posteriormente los resultados de sus investigaciones en papel, siendo redactor de la sección historia de la Revista Uruguay Natural durante cinco años, así como artículos varios publicados en diversos medios. Actualmente sus investigaciones se encuentran en la línea post-colonial de nuestro territorio. Colabora asimismo con el Museo de Historia Natural y Antropología de Cerro Largo, la Asociación de Amigos de Museos Militares del Uruguay, el Museo Casa de Don Ramírez (Rocha), la Asociación de Amigos del Museo Sin Fronteras (Rivera), entre otros. Paralelamente continúa con una activa divulgación valiéndose de la escritura.

Sr. Renzo Loggio:
Sus inicios están íntimamente relacionados a una amplia y temprana lectura de textos históricos pertenecientes a su padre, docente en tal materia. Inquieto explorador desde su adolescencia, logró ir paulatinamente materializando sus conocimientos adquiridos en forma teórica, con la práctica directa en campo. De incansable espíritu aventurero, investigó en los más variados entornos naturales del Uruguay, formando parte de expediciones paleontológicas en su departamento natal, Salto, así como los yacimientos fosilíferos de la costa litoral Norte de Colonia y, últimamente, una ambiciosa empresa en busca de la actividad humana de contacto europeo-nativo en la zona del Real de San Carlos (Colonia), en donde la información recabada mediante trabajo de archivo y campo, está actualmente echando nuevas luces sobre las actividades coloniales e hitos fundacionales de aquél lugar que Dámaso Antonio Larrañaga, en su épico viaje de 1815 describiese con tan fino detalle.

Sr. Christian Renzo Leal Ramírez:
Nacido en Durazno, busca cosas en el suelo (sus palabras) desde hace muchos años. A partir del año 2010 aproximadamente comenzó a acentuar su foco con más énfasis en la historia y prehistoria de nuestro Uruguay, dedicándose tanto a la lectura como búsqueda en campo con mayor especificidad así como sistematización. Ha incursionado en investigaciones en los departamentos de Colonia, San José, Montevideo, Florida, Durazno, Canelones, Maldonado y Rocha. En el 2015 funda el museo virtual "Museo Casa de Don Ramírez" con la finalidad de democratizar los pequeños tesoros de nuestro pasado, logrando una divulgación masiva. Asimismo comenzó a hacer públicas sus escrituras, en esta etapa relacionada con los hallazgos, buscando darles un lugar de privilegio. Su museo virtual es referencia casi obligada en lo relativo a actividades histórico-patrimoniales llevadas a cabo por un aficionado impregnado de profesionalismo técnico.

Sr. Channick Hernandez:
A pesar de su corta edad, su muy temprana vinculación con profesionales en materia de paleontología y arqueología, lo impulsaron con gran velocidad a valerse de su inherente tenacidad y energía para incursionar en importantes empresas de carácter patrimonial. Se destacan sus pasantías en investigaciones coloniales junto a profesionales destacados de esta ciencia (descubrimiento y trabajo in situ en un polvorín colonial del SXVIII), hasta expediciones individuales en donde con escaso apoyo pero gran pericia técnica, rescató por sí mismo la coraza completa de una especie extinta hace 10.000 años, un gliptodon clavipes. Colabora constantemente con los museos de su ciudad natal (Colonia del Sacramento) y es descubridor de un importante sitio arqueológico sobre el cual actualmente se está trabajando. Sumado a esto, imparte charlas divulgativas en instituciones educativas de su ciudad. Sus últimas investigaciones remiten a posibles asentamientos indígenas en las zonas serranas del departamento de Maldonado.
Miembros Activos

Sr. Peter Irigoyen.
Odontólogo de profesión y Edil departamental de Cerro Largo, ostenta un perfil marcadamente aventurero y entusiasta, contando en su haber con una muy amplia experiencia en navegación de remo, kayakista miembro de la Comisión de Navegación del Club de Pesca Arachan, ha recorrido tanto los más frecuentados ríos de nuestro territorio, así como aquellos más inaccesibles. Senderista idóneo en varias locaciones uruguayas como también del Brasil es miembro en ésta área de C.O.E.D.U (Conservación de Especies Nativas de Flora y Fauna); Es asimismo miembro activo de C.E.U.M.I (centro espeleológico Uruguayo ), habiendo estudiado los espacios subterráneos y técnicas espeleológicas en variadas incursiones de campo.

Sr. José Ignacio Sosa
Investigador incansable de nuestro legado indígena, ha estudiado de forma exhaustiva todo registro escrito al punto de trazar hipótesis propias en cuanto a la forma de existencia y hábitos nativos, haciendo especial hincapié en los movimientos migratorios de las diversas parcialidades, a veces permanentes. Su conocimiento excede con creces al que pueda aspirar tanto la pasión del autodidacta como del académico, pues sus técnicas y métodos de investigación son de vanguardia así como -y más importante-, su gran deseo de que los conocimientos lleguen a absolutamente todos. Detectorista ha realizado hallazgos de relevancia en zonas de conflictos militares de nuestra historia colonial, trabajando ahora en el área de arqueología subacuática.

Sr. Brian Yordi Alvez: Uno de nuestros más jóvenes integrantes y referentes regionales. Tempranamente destacado estudioso de nuestra historia nacional, patrimonio y nuestra cultura y tradiciones encontró esta pasión siendo muy pequeño y en gran parte por influencia directa de un miembro de su familia, su abuela, volcando en él y de primera mano anécdotas personales, nutriéndole asimismo con lecturas de nuestra historia; desde nuestros nativos hasta los conflictos y vicisitudes que forjaron esta Patria. Y a lo largo de los años, ya haciéndose de sus primeras armas en investigación directa de campo, su pasión por la historia, la cultura de nuestro pueblo y nuestro patrimonio fue creciendo hasta puntos que lo ubican perfectamente en los lineamientos de esta Sociedad. Con su fiel convencimiento de que la historia es uno de nuestros mayores bienes como pueblo, ha desarrollado una filosofía si se quiere de nuestros abordajes historiográficos, pocas veces vista, de sumo valor y potenciales altamente prometedores. Detectorista, se destacan sus trabajos de campo en relación a la Batalla de Cerros Blancos -Revolución de 1897-, recreando actualmente el paso a paso del conflicto. Ha participado también en excavaciones tras los registros de nuestros nativos en los territorios de Rivera. Su participación en SATU es general empero especificando sus conocimientos en cartografía y mapeo satelital. Jinete ávido, "baqueano" cazador, amalgama tanto el campo como sus trabajos de carácter más intelectual como joven historiador..